No es la mera descripción
de las características personales del consultante, es la misma descripción pero
relacionada al sentido de vida del consultante, a su misión en la vida, a su
destino individual, que sumado a millones de otras personas que recorren los
mismos caminos marcan las grandes líneas del aprendizaje global de la Humanidad.
Tampoco es la adivinación de situaciones concretas del futuro del consultante, sino que es el análisis de las energías que en cada momento se expresan posibilitando la libre elección de la persona y le ayudan a recorrer su camino,su aprendizaje, que no es otra cosa que su propio destino.
¿Existe un destino
predeterminado para cada individuo?
Para quien ha estudiado
Astrología no existe la menor duda de que esto es así. Y es en la carta natal
del consultante donde “esta escrita” su misión, su destino personal. Las
progresiones y los tránsitos irán mostrando el desarrollo en la vida de la
persona, pero nada pueden indicar que no este contenido ya en su carta natal.
¿Existe el libre albedrío?
Tampoco puede caber la
menor duda de que esto es así, somos el resultado de nuestras propias decisiones
y estas son el resultado de nuestras creencias, de nuestras actitudes (conscientes o inconscientes).
¿No es esto una
contradicción?
¿Destino y libre albedrío
no son opuestos?
Si, claro que son
opuestos, opuestos complementarios, como los dos pececitos del signo del Tao,
se oponen y se fundamentan mutuamente. ¿No es acaso el opuesto a estar en un
lugar, el estar en otro al mismo tiempo? Claro, son opuestos, un objeto no
puede estar en dos lugares al mismo tiempo y sin embargo lo esta cuando se
mueve, de lo contrario no habría movimiento, seria solo una sucesión de estados
de reposo lo que es un absurdo en si mismo.
En síntesis: “Somos
los Arquitectos de nuestro propio Destino”
La carta natal nos da las
señales de nuestro destino, las herramientas con las que hemos nacido para vivirlo,
las dificultades que deberemos de superar para encontrar nuestro camino y
además nos permite analizar nuestras creencias, base de nuestras decisiones, y
de ser necesario transformarlas.
De eso se trata la
astrología humana, de analizar la carta, las progresiones y los tránsitos a la
luz de nuestro camino, de nuestra misión en la vida o, mas concretamente, de
nuestro destino individual, que solo se realiza en presente, en el aquí y ahora.
Alvaro Píriz Barreiro
Astrólogo humanista